martes, 6 de diciembre de 2016

Tríptico a la Inmaculada. I.


Anunciación

Nuncio Gabriel Arcángel del divino
mensaje esperanzado de la altura,
llevó al Eterno, de la Virgen pura
el “Hágase mi Dios” que Ella convino.

Entonces desde el Cielo sobrevino
el Espíritu Santo, y en ternura,
de María envolviendo la hermosura,
cambió del hombre el eternal destino.

Oro y fuego el Espíritu abrasante;
retablo de humildad, la dulce amada.
Y en mística instancia conjugante
se estremeció la célica morada
al quedar, con María Inmaculada,
del Cristo Dios, el Corazón pulsante.


Domingo Rafael Ianantuoni

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