sábado, 17 de marzo de 2018

Triduo a san José II

Por los novios y esposos

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Glorioso San José, a quien le fuera encomendada la delicadísima misión de ser amparo y custodio de la Virgen Madre de Dios, ilumina, asiste y auxilia a todos los varones que son novios o esposos, para que sepan como tú, honrar a la mujer, respetándola y cuidándola, con amor verdadero, casto y fiel. 
Y que sus novias o sus esposas respondan a ese amor viril, con un amor femenino impregnado de ternura, castidad y fidelidad.

viernes, 16 de marzo de 2018

Triduo a San José I

Por los varones


Glorioso San José, que fuiste elegido desde la eternidad como modelo de varón prudente, te rogamos por todos los varones, que en tanto tales, están siendo atacados en esta guerra insensata llevada adelante por grupos del feminismo radical y de la ideología de género.
Que el varón pueda comprender que lo que lo especifica y distingue, la fortaleza propia de la virilidad, ha de ponerla al servicio de los más débiles, y que en esa disposición estriba el honor del caballero.


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jueves, 15 de marzo de 2018

Debate sobre el aborto IV, o los ayes de Isaías

"Los rectores de este pueblo son sus extraviadores, y los regidos, los descarriados."
"Ay de aquellos que decretan inicuos decretos
y de quienes multiplican sus escritos escribiendo vejación, 
para apartar del juicio a los débiles
y despojar del derecho a los pobres de mi pueblo,
para que sean las viudas su presa
y saquear a los huérfanos!" Isaías 9, 16 y 10, 1-2.
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 Hoy necesitamos clamar:

Ay de los legisladores que deformen la conciencia del pueblo, pues las leyes enseñan lo que es bueno y lo que es malo!
Ay de los magistrados que legitimen el crimen, justificando el asesinato de los más indefensos!
Ay de aquellos sobre cuyas cabezas pese la muerte de inocentes!
Ay de la sociedad que, pretendiendo defender a la mujer, la incita a ser asesina y tumba de sus propios hijos!
Ay de esas mujeres y sus almas destrozadas!
Ay de los varones que no respetan a la mujer ni defienden a sus hijos!
Ay de esta contra cultura que desfigura tanto al varón como a la mujer y los concibe como necesarios enemigos y antagonistas!
Ay de los que quedan enredados en tal falsa dialéctica! 

miércoles, 14 de marzo de 2018

Debate sobre el aborto III, o el retorno de Herodes



Pocas figuras históricas conservan el halo siniestro que fraguó la iniquidad de Herodes.

La sola sospecha de que hubiera aparecido un competidor tal vez peligroso, el temor de ser desplazado de sus privilegios y comodidades, y la furia al verse burlado por los Magos se condensan en la orden infame de asesinar a todos los menores de dos años en Belén y sus alrededores.

El infanticidio perpetrado por y bajo Herodes, ha sido considerado a lo largo de los siglos, como un crimen nefando y cobarde, de una crueldad inútil y sin límites.


Hoy nos detenemos y gastamos palabras y energías en debatir si matar a los menores de 14 semanas de gestación será: 
- considerado lícito, 
- amparado por el Estado y 
- pagado por el resto de los ciudadanos. 

¿Queremos emular a Herodes?

martes, 13 de marzo de 2018

Debate sobre el aborto ll, o una lección de Roma

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En el Imperio Romano los delitos contra el Estado se pagaban con la vida. Y durante siglos, antes y después de la paz de Constantino, ser cristiano fue un delito.

Cuentan las Actas de los Mártires el caso de dos jóvenes cristianas condenadas a muerte por el hecho de serlo: Perpetua y Felicidad. Como esta última estaba embarazada, se demoraba la ejecución hasta después del parto, pues la ley prohibía matar a la mujer encinta antes de haber dado a luz.

En medio de las crueldades del circo, los romanos conservaban sin embargo ese básico sentido de justicia que les impedía ajusticiar al que sabían inocente con el que consideraban culpable.

No se conocía como hoy, el ADN, pero ellos eran realistas: estaban convencidos que si de un peral no se espera sino peras, y de una vaca un ternero, el fruto de la concepción humana es necesariamente un hombre, más allá de la apariencia que le otorgue su momento evolutivo y etario. Por eso el feto era protegido.

Sorprendentemente, hoy se debate sobre lo indebatible:
- si "eso" que lleva en su vientre la mujer, es humano, es persona o cuándo empieza a serlo, como si la naturaleza del gestado pudiera cambiar mágicamente de la semana tal a la cual;
- y si nos daremos  el derecho de matar a nuestros descendientes, cada vez que encontremos que su existencia nos complica o molesta, excusándonos en argumentos insostenibles.

Cuando se tuerce la verdad de la realidad y se pisotea la justicia, ¿en qué bien se sostendrá la sociedad?


lunes, 12 de marzo de 2018

Debate por el aborto I, o la tragedia de Medea



     
Eurípides nos acerca al fondo de tal alma atribulada y al desenlace de su furia.
         Su marido, su hombre, la ha traicionado, la ha defraudado. La confianza está rota, ha sido violada.
         El odio la enceguece y anega su corazón el deseo de venganza. Ella lo descarga sobre lo que él ama, lo prolonga y además se lo representa: sus propios hijos.
         Inmersa en la marea del mal que genera una espiral sin fin, en la impotencia frente al ultraje y al fracaso personal, no trepida en destruir lo mejor que le ha quedado: nada menos que la prolongación de su propia vida y amor, su continuidad en el futuro.
         Así, contrariando los sentimientos más raigales, hasta el instinto animal de conservación de la especie, asesina a sus hijos.
         Ella experimentó la violencia de la traición, y la devuelve  redoblada en maldiciones sobre sí y sobre los suyos.
         Los inocentes pagarán con su vida los crímenes de ambos progenitores: la lujuria del varón y la venganza loca y perversa de la mujer.

 Por miles de años las generaciones se han horrorizado frente al espanto de tales actos, sancionándolos legal y socialmente.
         Hoy se plantea que debatamos sobre los derechos de Medea, que justifiquemos sus asesinatos y los tornemos "legales, seguros y gratuitos", obligando a toda la sociedad a pagar por ellos, un pago que no será solo material, sino inmensamente más grande y doloroso.
         Y pagaremos, sin duda, si dejamos que el síndrome de Medea se enquiste en nuestros corazones y leyes.
                                                              Resultado de imagen para medea euripides