viernes, 11 de mayo de 2018

Chesterton ¿camino de la canonización?


GK Chesterton, ¿camino de la canonización?
El esfuerzo actual para canonizar Chesterton tiene antecedentes que son a la vez curiosos y multinacionales, explica el padre Ian Boyd
En la mañana del domingo 28 de noviembre de 1986, el Cardenal Emmet Carter, el Arzobispo de Toronto, predicó un sermón en la capilla del Colegio de San Basilio al concluir una conferencia del Instituto Chesterton conmemorando el quincuagésimo aniversario de la muerte de Chesterton. En el sermón, el Cardenal expresó su pesar por el hecho de que no había más laicos canonizados. Aunque llamó la atención sobre el papel profético de Chesterton dentro de la Iglesia, dijo que no tenía intención de promover la causa de su canonización. Y, sin embargo, el efecto de su sermón fue un factor importante para hacer exactamente eso.
Así es como sucedió. Cuando el profesor JJ Scarisbrick, el conocido historiador Tudor, leyó el sermón, que se publicó en The Chesterton Review, escribió una carta a la Review, desafiando la opinión del Cardenal:
“¿Candidato a la canonización?”
A pesar de lo que dijo el cardenal Carter en su discurso, me pregunto si no hay buenos motivos para considerar la canonización de Gilbert Keith Chesterton.
Todos sabemos que era un hombre enormemente bueno además de uno enorme. Mi punto es que él era más que eso. Había una integridad especial e irreprensible en él, una devoción especial por los buenos y la justicia, una capacidad especial para la amistad y por ganar el respeto de una variedad asombrosamente diversa de personas y de especial memoria (como muchos han testificado). Sobre todo, estaba esa posesión impresionante, intuitiva (casi angelical) de la Verdad y la conciencia de lo sobrenatural, que solo una persona verdaderamente santa puede disfrutar. Este fue el regalo de la inteligencia y la comprensión heroicas, y de la profecía heroica. Era un gigante, tanto espiritual como físicamente.
Hay una causa aquí para ser considerada.
La respuesta del profesor al sermón del Cardenal llevó a un grupo de prominentes argentinos a escribirle directamente, preguntando si podían hacer algo para apoyar la canonización. El cardenal respondió que si apelaran a Roma, secundaría su apelación. Esto fue hecho, y cuando las autoridades romanas rechazaron su pedido con el argumento de que no había evidencia de la heroica santidad de Chesterton, el Cardenal Carter respondió que las voluminosas escrituras de Chesterton eran evidencia convincente de tal santidad.
No pasó nada más hasta 2013 cuando el obispo de la diócesis de Northampton, obispo de Chesterton, nombró al Padre John Udris, un sacerdote de la diócesis, para presentar la Causa. Sorprendentemente, tal vez sus esfuerzos no fueron respaldados por Chesterton Review, que señaló que la canonización tendría el efecto involuntario de limitar el atractivo de Chesterton. Después de todo, los cristianos protestantes que estén dispuestos a aceptar las verdades católicas presentadas por Gilbert Chesterton tendrían menos probabilidades de hacerlo si fueran presentados por un tal san Gilbert Chesterton.
Aquí hay un pensamiento final. Han pasado muchos años desde que el Cardenal Carter predicó su sermón y el Profesor Scarisbrick lo desafió. Ahora que el asunto ha sido confiado oficialmente a Roma, será decidido por Roma. Hasta que se tome esa decisión, tal vez el consejo más sabio para aquellos que apoyan la canonización y para quienes se oponen es el consejo que Gamaliel dio una vez al Sanedrín: “Si esta empresa es de origen humano, se caerá por su propia cuenta; pero si de hecho viene de Dios, no solo no podrás destruirlos, sino que podrías encontrarte peleando contra Dios” (Hechos 5,38).
El Padre Ian Boyd, CSB, es el Presidente y Fundador del Instituto GK Chesterton para la Fe y Cultura en la Universidad Seton Hall y Editor de la revista del Instituto “The Chesterton Review”.
Fuente: forumlibertas.com, 7/5/2018.

martes, 8 de mayo de 2018

Mayo del '68


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¿Por qué tanto ruido?

Ah, sí, entiendo... es el de las demoliciones, todo estruendo, ruina, despojo... Y el infaltable eco de los medios.

Una explosión basta para cegar muchas vidas, sembrar terror, demoler un edificio que tardó años en concluirse, hacer añicos obras de arte, documentos, recuerdos...

"Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece en silencio".

Es cierto que muchas veces hace falta demoler para construir, cortar para sembrar, extirpar para curar.
Pero cuidado con los que demuelen y solo dejan cascotes, cortan para arrasar, extirpan para matar, matan para aterrorizar.
Siempre habrá cuestiones que corregir, orientaciones para enderezar: hace falta limpiar la casa y bañarse todos los días, en cuerpo y alma. Es nuestra frágil condición humana. 
Por cierto, la Europa y el mundo "civilizado", allá por el '68, necesitaban mucha limpieza, dejar de adorar el dinero, el confort y la prepotencia de las armas, volver a sus raíces; pero poco y nada se hizo, mientras se acumularon montañas de confusión, de desorden y basura.

El orden, que es vida, belleza y paz, debe ser conquistado con el trabajo constante y esperanzado, cuya primera cita ha de darse en el corazón dispuesto a abrirse a la verdad. 

Sabemos de dónde vienen los demoledores y cuál es el blanco adonde apuntan: se trata de la larga historia de la "Revolución anticristiana", que tan bien explicó el P. Julio Meinvielle.
Se disfrazan de héroes, pero sabemos que no lo son, porque heroico es quien salva a otro o algo valioso, aun a costa de sus bienes y vida.
El verdadero héroe trabaja en silencio, da de sí a los demás, es generoso y magnánimo.
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El mundo está lleno de héroes anónimos que, en silencio, como los árboles del bosque, hacen crecer su familia, su patria, la humanidad.

El héroe construye, edifica, siembra, alegra, ilumina!

lunes, 7 de mayo de 2018

Otra primavera de 1968: los jóvenes del Univ


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 7 MAYO, 2018

Il est interdit d’interdire! (¡Prohibido prohibir!); La beauté est dans la rue (La belleza está en la calle); Prenez vos désirs pour des réalités (Tus deseos son realidad). Estos son algunos de los eslóganes más famosos escritos en los muros de las calles de París durante la revuelta estudiantil de mayo de 1968; se cumplen ahora cincuenta años. El cierre de la Universidad de París-Nanterre debido a las protestas contra la guerra de Vietnam provocó agitaciones estudiantiles que rápidamente se extendieron por toda Francia. Precedieron al mayo parisiense los alborotos universitarios de 1964 en el campus de Berkeley (California) y en la Universidad de Columbia (Nueva York), así como en otras ciudades del mundo.
Del mayo francés que sacudió la segunda mitad del siglo veinte ha habido diversas interpretaciones: una revolución política para demoler el Estado, un movimiento de liberación del cuerpo y de las costumbres sociales imperantes, una insurrección contra la autoridad constituida, una rebelión frente al bienestar de Occidente, la reacción de los estudiantes contra la masificación de los centros de enseñanza superior, la demanda de un cambio en las relaciones entre profesores y alumnos, etc. Quizá fuera un poco de todo esto, pero no solo. Joseph Ratzinger, por entonces joven profesor de Teología dogmática en la Universidad de Tubinga, dijo que en aquellas protestas universitarias latía una “nostalgia del futuro”, es decir, una “nostalgia de Dios”.
En 2018 se ha cumplido también el 50º aniversario del Univ Forum, un congreso universitario internacional que se celebra anualmente en Roma durante la Semana Santa, y al que han participado miles de estudiantes desde 1968 con el objetivo de reflexionar y dialogar en modo constructivo acerca de los desafíos que afrontan los universitarios en el contexto de sus respectivas culturas. El papa Francisco ha dirigido una carta a los jóvenes del Univ para la ocasión. En los orígenes de este congreso se encuentra el profesor italiano Umberto Farri (1928-2006), piamontés de Cuneo; una persona dotada de grandes ideales y de espíritu de servicio a la sociedad, además de poseer notables capacidades relacionales y de liderazgo. Farri creó en 1966 el Istituto per la Cooperazione Universitaria(ICU), una ONG que promueve iniciativas de voluntariado internacional y proyectos de solidaridad en diversos sectores (agricultura, educación, sanidad, recursos energéticos, etc.), que contribuyen al desarrollo de la persona y a la promoción de la dignidad humana.
Alentado por san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, Umberto Farri impulsó también el Univ Forum. El primero, con el tema “Autonomía universitaria y sociedad”, tuvo lugar en abril de 1968, pocos días antes del inicio de la gran algarada en el Barrio Latino de París, alrededor de La Sorbona, el 3 de mayo. Cerca de quinientos universitarios procedentes de países europeos se reunieron en Roma para tratar de las esperanzas de los jóvenes ante la crisis de la universidad. En su calidad de secretario general del ICU, Farri abrió las sesiones del congreso manifestando que se pretendía conocer el espíritu con que eran afrontados los problemas estudiantiles, para sentar las premisas de la cooperación universitaria. Señaló también que al congreso habían sido invitadas personas bien vivas y responsables y no “ovejas”; incluso algunos que habían roto los cristales de la propia universidad… para poder sustituirlos con vidrios nuevos.
El 10 de abril de 1968 participaron en la audiencia general con el beato papa Pablo VI, que será canonizado próximamente por el papa Francisco. En un determinado momento, el Papa interrumpió la lectura de su discurso, levantó los ojos de los papeles que tenía en sus manos y miró a aquellos jóvenes. Los animó a contribuir eficazmente a la superación de la crisis de la universidad y a tomar parte activa en la construcción de un mundo más justo, más humano y más fraterno. Al terminar la audiencia, el Papa saludó personalmente a algunos jóvenes. En el documento conclusivo del congreso los participantes manifestaron que la solución de la crisis universitaria pasaba, entre otras medidas, por garantizar el derecho de todos al estudio y asegurar el ejercicio de este derecho en universidades libres y autónomas, independientes de cualquier presión política y económica.
Resultado de imagen para forum univPara Farri, estudiar los problemas, abrir espacios de diálogo entre los diversos componentes de la comunidad universitaria, no reivindicar solamente los derechos, sino pensar en asumir primero los propios deberes, resultó más atrayente y “revolucionario” que cualquier forma de protesta. Preguntado al final de su vida para qué habían servido tantos años dedicados a los universitarios, Umberto Farri respondió: «para mantenerme al tanto de los problemas de la juventud, y a permanecer joven…».
El tema del Univ Forum 2018, “Repensar el futuro”, podría ser un buen lema para escribirse en las calles del mundo cincuenta años después del mayo del 68.