sábado, 30 de julio de 2016

San Ignacio y la educación: ¿Por qué colegios y universidades?


Siendo el objetivo que derechamente pretende la Compañía, ayudar a las almas suyas y de sus prójimos a conseguir el último fin para que fueron criadas, y para esto, además del ejemplo de vida, es necesaria doctrina y modo de proponerla; después que se viere en ellos el fundamento debido de la abnegación de sí mismos y aprovechamiento en las virtudes, será procurar el edificio de las letras y el modo de usar dellas, para ayudar más a conocer y servir a Dios nuestro Creador y Señor. Para esto abraza la Compañía los Colegios y también algunas Universidades [...] 
Por la misma razón de caridad con que se aceptan Colegios, y se tienen en ellos escuelas públicas para la edificación en doctrina y vida, no solamente de los nuestros, pero aún más de los de fuera de la Compañía; se podrá ella extender a tomar Universidades, en las cuales se haga más universal este fruto, así en las facultades que se enseñen, como en la gente que concurre, y dar grados para poder enseñar con autoridad en otras partes, lo que en éstas bien aprendieren para gloria de Dios Nuestro Señor.

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Extractado de las Constituciones de la Compañía de Jesús, Parte IV. (Las negritas son nuestras)

viernes, 29 de julio de 2016

REVALÚO EN EDUCACIÓN


Una propuesta de excelencia singular: 

¡TRIVIUM reformulado para el S XXI!


Ante las fundadas quejas en torno a la decadencia de la escuela actual…
Ante los magros resultados intelectuales y actitudinales de tantos egresados…
Ante la desnaturalización y el desprestigio de la profesión docente…


Dra. G. H. de Lamas
Una maestra de alma, dotada de profunda cultura y una extensísima experiencia en el mundo de la educación, la Dra. Graciela Hernández de Lamas, viene elaborando materiales de trabajo para el proyecto que lidera.
Se trata de recuperar lo mejor de nuestra tradición cultural, que se remonta hasta la Grecia y la Roma clásicas, y más allá..., trabajando sobre los tesoros de aquella herencia y la riqueza acumulada a través de los siglos.
Se trata de reformular el clásico TRIVIUM para nuestro presente y futuro. Trivium, es decir, “tres vías”, está constituido por los tres caminos que debe recorrer la inteligencia para desplegar su potencial:
- el camino de la GRAMÁTICA, que lleva a aprender las palabras, el uso correcto del lenguaje, y de las palabras, ir a las cosas que ellas nombran;
- el camino de la LÓGICA, que lleva a aprender a razonar y adquirir el arte del pensamiento para alcanzar la verdad, distinguirla del error y saber defenderla; 
 - el camino de la RETÓRICA, que entrena en el bien decir,con eficacia y belleza.  


Para aplicar Trivium desde 1er. grado, la Dra. Lamas ha elaborado notables libros de lectura y carpetas de ejercicios. Al presente lleva editados los textos Trivium I a IV, y tiene en preparación el V y el VI, con el que se cierra esta serie.
 Los docentes involucrados dan fe del entusiasmo que despierta la experiencia, que se está llevando a cabo en colegios de Buenos Aires, Córdoba, Río Cuarto, Corrientes, Santiago del Estero y San Rafael. 







Un par de anécdotas:
En Rosario, un nene le dijo a la maestra: "Mi papá lee Trivium. Le encanta. Todas las noches se lo lleva a la cama".
Otra madre, al verlo: “Por fin! un libro sin brujas y malvados!”



Los nenes de Quimilí, en medio del campo, en Santiago, recitan todas las poesías, y buscan adivinanzas... conociendo dónde está cada cosa...


MGdeJ

miércoles, 27 de julio de 2016

¡Decadencia sin límites! o cuando la realidad supera a la ficción

“No a los lácteos, no a la explotación de ninguna fémina, el consumo de lácteos es MACHISMO. Las vacas son nuestras compañeras”.
Con esta surrealista campaña, las simpatizantes del movimiento animalista, en su mayoría feministas, han protestado en Barcelona con el único propósito de que “se prohíba ordeñar a las vacas”.
Desde primera hora varias feministas salieron a la calle en ropa interior, cubiertas de pintura roja y tubos de plástico colocados en los pechos imitando la extracción de lácteo.

El argumento que poseían para querer que se prohíba ordeñar a las vacas fue que “nadie piensa en ellas como madres”.
Ante el desconcierto de los transeúntes que pasaban por la avenida Puerta del Ángel, las “defensoras de las vacas” se fueron desnudando y pintando con pintura roja. Pero el verdadero espectáculo llegó minutos más tarde, cuando comenzaron a gritar y a simular ser ordeñadas para solidarizarse con las vacas.







La campaña feminista afirma que las vacas son sus compañeras/Twitter

Éstas que defienden ahora la maternidad de las vacas, son las mismas que luchan por los derechos de las mujeres, unos derechos que se utilizan para abortar a millones de niños al año. La campaña feminista afirma que “las vacas son sus compañeras” y que no van a permitir que esto siga ocurriendo, pero por el contrario apoyan y reafirman la idea de que se asesinen a millones de niños en clínicas abortivas.

Fuente: Extractado de Actuall, 18/7/2016

FORMACIÓN HUMANISTA II: su implementación hoy

Planteos:

1) ¿Qué es la formación humanista en sí y desde nuestra realidad?

2) ¿Cómo implementarla en nuestro Instituto y en el marco de los planes vigentes?

 

1) En torno al concepto de formación humanista aplicado a nuestra realidad.

En el encuentro anterior intentamos una aproximación, afirmando que la formación humanista se distingue esencialmente por estar al servicio del ser humano, de su plenitud y felicidad. Se diferencia radicalmente de cualquier propuesta que ponga al hombre en función del Estado, de la sociedad, de la producción y el lucro, o cualquier otro fin que no sea el bien del hombre.
Recordamos entonces cómo se ha dado históricamente, y cómo el Trivium sigue vigente, cuestión que retomaremos.
Metodológicamente es importante y positivo adquirir el hábito de tener claro y presente el fin, pues es la causa que arrastra a todas las demás: sea la material, la formal o la eficiente.
Remontemos entonces la cuestión al bien del hombre, o sea a su fin, que como bien dijo Aristóteles, es la felicidad y consiste en la contemplación de Dios. Eso que ya los sabios paganos vieron, pero sin tener la certeza de su posibilidad, la Fe nos dice que es la Voluntad divina sobre cada uno de los hombres: “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1 Tim 2, 4).
Necesariamente el fin de la educación debe entonces subordinarse al fin del hombre, o sea, a que conozca la verdad y se salve. Para lograrlo se necesita la gracia y las virtudes. Como normalmente, “la gracia supone la naturaleza”, toda la tarea de la educación y la autoeducación consistirá en llevar al hombre a adquirir virtudes. Así lo afirma Santo Tomás: “conducirlo y promoverlo al estado perfecto del hombre en cuanto hombre, que es el estado de virtud”, o como explicita Ruiz Sánchez definiendo la educación en tanto  “auxilio al hombre, en tanto indigente y falible, para que alcance la plenitud dinámica, es decir, la capacidad estable para ordenarse libre y rectamente, en su dinamismo interior y en su autoconducción hacia los bienes individuales y comunes, naturales y sobrenaturales, que plenifican su naturaleza.” (2003: 21)
¿Cómo se alcanza la plenitud dinámica? Se trata de llevar a su máximo y ordenadamente, las potencias del alma, que es lo que permite pensar y obrar como seres humanos realizados, como seres libres.
Potencias cognoscitivas: los sentidos externos e internos y la Inteligencia.
Potencias apetitivas: los apetitos sensibles, concupiscible e irascible, y la Voluntad.
El orden que hemos de establecer entre ellas para obrar como seres libres, consiste en que la inteligencia ilumine con la verdad a la voluntad para que decida, quiera y obre el bien, subordinando a su consecución a las potencias sensibles.
Para ello se requiere:
El cultivo de la inteligencia, mediante los saberes prácticos, los teóricos y la sabiduría.
El cultivo de la voluntad, mediante las virtudes cardinales y los hábitos que hacen a la buena convivencia con uno mismo y con los demás.
La formación humanística ha de procurar hombres libres, hombres “con espíritu de príncipes”, como dice nuestro Fundador.
Por ser nuestro fin específico, como familia religiosa, la evangelización de la cultura, hemos de “comprometer todas nuestras fuerzas para inculturar el Evangelio, o sea, para prolongar la Encarnación en todo hombre, en todo el hombre y en todas las manifestaciones del hombre.” (Const. 5)
Esto necesariamente lleva a evangelizar la cultura, es decir, “transformar con la fuerza del Evangelio los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras, los modelos de vida de la humanidad, para que estén imbuidos de la fuerza del Evangelio los modos de pensar, los criterios de juicio, las normas de acción.” (Const. 26)
Entonces, para nosotros, como Instituto dependiente del IVE, la educación humanística apunta a formar cristianos plenos, íntegros, que reflejen en su pensamiento, aspiraciones y realizaciones, la verdad y la bondad del Evangelio, es decir, a Cristo mismo.

2) Sobre la implementación del ideal de una educación humanística en nuestros Institutos:


a) aspecto pedagógico: San Ignacio nos ofrece un modelo probado en sus EE. En primer lugar, hace recordar el fin para el cual fuimos creados. Esto de tener siempre presente el fin es auténtica sabiduría, y hay que renovarlo a menudo. San Bernardo quería que en la celda del monje hubiera un cartel con la leyenda: “¿A qué has venido?”, porque por más altos y explícitos que sean nuestros fines, estamos siempre expuestos a olvidarlos, a enfriar el amor que nos llevó a tomar cierta decisión o compromiso. No sólo es importante tener y conocer el fin, hay que recordarlo. Y en cada caso, tanto docentes como alumnos, tener claro para qué se hace lo que se hace, y en lo posible, la relación de este objetivo próximo con otros más altos. Otra cuestión importante, como superación del enciclopedismo, tiene relación con el profundizar y aprender a gozar los saberes, “porque no el mucho saber satisface y harta el ánima, sino el sentir y gustar las cosas internamente” (EE, 2).

b) aspecto didáctico: también aquí nos es útil la dinámica de los EE. Resulta interesante notar previamente que las propuestas que intentan superar el enciclopedismo en la enseñanza, como por ej. la que hace Perkins en “La escuela inteligente”, sostiene que no basta conocer si no se comprende, que no alcanza conocer y comprender si no se retiene, y que no hay verdadera posesión, es decir, aprendizaje, si no se puede aplicar lo conocido a alguna situación o realidad. Los pasos propuestos en los EE consisten justamente en presentar una verdad a la inteligencia, breve y simplemente expuesta; hacerla meditar, es decir, comprender, madurar, internalizar, apropiar y gozar; plantear repeticiones, que ayudan a fijar y seguir profundizando, y finalmente aplicar a la vida. En todo esto hay ejercicio de hábitos de pensamiento, que debemos fomentar para lograr una cultura de pensamiento en la institución, que estimule a su vez, a los miembros, a ejercitar el pensamiento. En esta área tenemos mucho material interesante provisto por las neurociencias y los pedagogos que se basan en sus conclusiones.

c) aspecto epistemológico: debemos estudiar los fundamentos científicos y filosóficos de los enfoques de las disciplinas y de los textos que utilizamos, tanto para lectura y estudio de los alumnos, como para la preparación de las clases. No podemos olvidar que prácticamente todos los saberes hoy están contaminados con los errores de la filosofía moderna: inmanentismo, relativismo, materialismo… Entonces se requiere como tarea previa y preparatoria trabajar en ese discernimiento, que no significa el rechazo de la producción científica, literaria, artística y técnica, sino fundamentalmente el poder distinguir lo que es verdadero, de lo que no. Recordemos que toda verdad, la diga quien la diga, es del Espíritu Santo. Desde luego, el recurso a la literatura y el arte clásicos será siempre de valor incalculable, pues transmiten las vivencias del alma de sus autores y la cosmovisión que los inspiró.

d) aspecto curricular: Ya hemos hablado del Trivium y el Cuadrivium, el sistema académico que comienza en la Grecia clásica y se organiza plenamente en la Edad Media. También hemos consignado el hecho de que hoy, con la revalorización de la palabra y de la fuerza del discurso, se producen, desde distintos ámbitos, aproximaciones a  tales organizaciones de saberes o contenidos. Tenemos por una parte la “alfabetización académica”, que consiste en la enseñanza de la lectura y la escritura de los discursos propios de cada disciplina. Por otra parte, estamos en plena experiencia de Trivium desde el comienzo de la escolaridad primaria, proyecto liderado por la Dra. Graciela Lamas, y que se ha comenzado a implementar también en este Instituto. Hay que pensar un “trivium” al interior de cada una de las materias: procurando conocer los hechos o cosas a que se refiere y el vocabulario específico; reflexionando sobre las causas y consecuencias, las relaciones diversas, debatiendo puntos de vista o modos de resolución de problemas, reconocer los métodos pertinentes y saber utilizarlos; ser capaces de exponer y defender ideas, hacerlo con claridad y elegancia.

e) aspecto disciplinar o conductual: el modelo está dado, en este caso, por el famoso sistema preventivo de Don Bosco. Ayuda mucho el trabajo sobre autoconocimiento y autoestima, pues sólo el que se conoce bien puede realmente autoconducirse, y además está probado que la buena autoestima acompaña al buen comportamiento. Es crucial la educación de la conciencia. En este ámbito también encontramos un apoyo notable en el modelo que nos proveen los EE, sobre todo por las normas que brindan para el discernimiento y los métodos planteados para concretarlo, como hacer pro y contra.  Además, el hábito del examen particular lleva a una mejora constante en la medida que se persevere en él. Existen formas de ayudar escolarmente a ello, por ejemplo, en los “Buenos días”, plantear siempre un propósito general de dar cada uno lo mejor de sí, y acompañar de un propósito particular. Al terminar la jornada, ayudar a hacerse preguntas sobre estos propósitos. Esto genera hábitos que se van a aplicar en el presente y en el futuro, a las situaciones personales de cada uno durante toda la vida.


Hna. Lic. María Gloria de Jerusalén Ianantuoni
Charla en la Jornada Docente del Bachillerato Humanista Alfredo Bufano, San Rafael, Mendoza,  22 de septiembre de 2015.

lunes, 25 de julio de 2016

FORMACIÓN HUMANISTA I: tres preguntas


1-¿En qué consiste la formación humanística?
 
La formación humanística se distingue esencialmente por estar al servicio del ser humano, de su plenitud y felicidad. Se diferencia radicalmente de cualquier propuesta que ponga al hombre en función del Estado, de la sociedad, de la producción y el lucro, o cualquier otro fin que no sea el bien del hombre.
Históricamente tenemos un modelo atractivo en la paideia griega, que buscaba la areté, la virtud en todas las dimensiones de la naturaleza humana, con un sentido de equilibrio, proporción y belleza. Sócrates pone una clave al sostener la necesidad del conocimiento de sí, y da, con su muerte ejemplar, la heroica lección sobre obedecer a Dios antes que a los hombres.
Ya con Platón y Aristóteles queda establecido lo que será el núcleo curricular de estudios: el trivium y el cuadrivium, consagrados por la cultura cristiana como la base de todo estudio, y en particular de los estudios universitarios.
El trivium: Gramática, Lógica y Retórica, o sea: estudio de los hechos, las cosas y sus nombres; la reflexión sobre los mismos; la expresión sabia y su aplicación. El trivium provee las herramientas –desde las elementales a las más sofisticadas- del pensamiento y del discurso. Hoy estas disciplinas se revalorizan desde las investigaciones de la psicología cognitiva, del paradigma pedagógico de “aprender a aprender”, y de las necesidades de la actividad política y publicitaria, todo ello más centrado en el poder que encierra la palabra que en ponerla al servicio de la verdad.
El cuadrivium: Aritmética, Geometría, Astronomía y Música. De inspiración pitagórica, las cuatro disciplinas matemáticas consideran el número y el espacio, ya en sí mismos, ya en movimiento. Abarcan el estudio de la totalidad de la naturaleza -entendida como cosmos, pues se trata siempre de ordenamientos- y de las artes humanas, visualizando en cada totalidad su unidad y armonía.
Para lograr una plenitud armónica en la persona, esta formación intelectual ha de ir acompañada por la formación del carácter, a través del autoconocimiento y la práctica de las virtudes cardinales, coronadas en el cristianismo por las sobrenaturales.

2-¿Cómo hacer para no caer en el enciclopedismo?
En orden a no caer en el enciclopedismo, primeramente hay que ver de dónde surge, por qué y qué defectos conlleva.
El enciclopedismo ha sido uno de los productos estrella de la Ilustración, intentando llenar con datos que abarcaran toda la realidad, el vacío dejado por la negación de la metafísica, madre de las ciencias, que investiga las causas primeras de todas las cosas. Por lo tanto: se pierde el concepto de causalidad (al menos de causalidad primera) y de las relaciones más profundas entre hechos, entes y conceptos. El objetivo es el poder, el dominio, ya de la materia y las fuerzas de la naturaleza, ya del ser humano, masificado intelectual y socialmente, desvinculado de las sociedades intermedias, e inerme ante los poderes del Estado o del Capital, es decir, esclavizado como fuerza de trabajo –físico o intelectual-. El no poder comprender ni el mundo, ni la propia existencia, ni sus sentidos, sumerge al hombre en la esfera de las necesidades animales y lo deja a merced del desorden de sus pasiones. La excesiva especialización, sin una sólida formación intelectual y moral que le sirva de norte y marco, hace del conocimiento el arma más tremenda contra el hombre mismo.
Se superan sus defectos al recuperar la visión metafísica, el sentido total de la realidad, la búsqueda humilde, honesta y heroica de la verdad total: la verdad sobre el hombre, la historia y el mundo. Se trata de obtener una cosmovisión cristiana.
Es necesario tener presente en toda instancia que el fin de la educación debe subordinarse al fin del hombre, natural y trascendente. Que aquel consiste en auxiliarlo para que progresivamente vaya alcanzando la plenitud dinámica, ese conjunto de cualidades estables que le permitan lograr, de modo recto y libre, aquellos bienes individuales y comunes, naturales y sobrenaturales que plenifican su naturaleza.
Hay que despabilar la cabeza y rectificar el corazón, para tener personas libres y buenas, que vivan en paz consigo y con los otros, y que alcancen la felicidad eterna.

3-¿Cómo hacer para que contribuya a que el alumno vaya construyendo su proyecto personal de vida?

Para que el alumno vaya construyendo su proyecto personal de vida, hace falta al menos, trabajar sobre estos aspectos:
-          Conocimiento del mundo y de su sentido.
-          Conocimiento de la historia y de su sentido.
-          Conocimiento de sí mismo y del sentido de su vida.
-         Discernimiento frente a los errores e instinto de horror hacia el mal.
-         Descubrimiento de la vocación personal y compromiso con la misión que entraña.
-     Autodominio (posesión armónica de virtudes) para poder realizar elecciones libres y ejecutarlas, trabajo sobre la voluntad. Sin humildad, no se puede alcanzar la verdad, ni la propia ni la del mundo.

La tarea del niño es descubrir el mundo y situarse en él. Debe infundirle seguridad. Es importante que vaya encontrando a su paso el orden que sustenta todo y la belleza que encierra, pues el orden es constitutivo de todo lo bello; que aprenda a admirar y a contemplar. Que perciba el amor que envuelve la realidad. Que se perciba amado.

La tarea del adolescente es saberse, reconocerse, entender su interioridad, sus emociones, aprender a ser sí mismo. Debe infundirle una nueva seguridad: si sabía dónde estaba parado, ahora se trata de saber adónde va. Debe aprender a amarse a sí mismo para poder amar a los demás. Debe aprender a servir, a ser y a hacer lo que hace posible vivir en comunidad.  El  amor a sí mismo implica negaciones para ordenar la interioridad. Necesita -y le ayuda- tener y conocer ejemplos de vidas heroicas.

La tarea del joven es realizar ese proyecto, en acuerdo con los caminos y modos que le vaya señalando la Providencia. Y mientras haya algo importante, trascendente que realizar, más allá de la edad cronológica, la persona es psicológicamente joven. El motor es el amor, que le hará superar las dificultades internas y externas.

La tarea del adulto es ser fecundo, en trabajos, realizaciones, obras buenas, en hijos. Deben ser los frutos del amor, lo que presentaremos un día al Señor, la materia del último examen… 







Hna. María Gloria de Jerusalén Ianantuoni
Charla en la Jornada Docente del Bachillerato Humanista Alfredo Bufano. San Rafael, Mendoza, 22/7/2015.