sábado, 22 de octubre de 2016

CONTEMPLACIÓN y GOZO en la DOCENCIA


La clave de todos los problemas morales es la contemplación, o sea la Sabiduría: la contemplación no es sino la Sabiduría poseída con todos sus efectos; el principal de todos es la felicidad imperfecta, la cual es posible en esta vida, y no solamente a los nobles y a los sabios sino en cierto modo a todos, porque “la Sabiduría anda por las plazas y las calles y sus delicias son estar con los hijos de los hombres…” (Prov. 8, 2 y 31)

La contemplación y posesión de la Verdad es una cosa que tiene que ver con el maestro, con el cura y con el político.
El maestro debe ser un dador de sangre y no un dador de vómitos. El Doctor, o sea, el apto para enseñar, debe poseer la ciencia en estado perfecto, es decir, como contemplación; en estado de “habitus”, que significa simplemente en estado de una vida, -quiere decir pues que no son maestros los que leen y vomitan, los que leen exclusivamente para enseñar: para un enseñar que no es auténtico enseñar. El maestro debe aprender para sí mismo, para su vida, para su salvación, para su perfección, como quien come, digiere y asimila, y después debe dar sangre. “El Doctor enseña del rebalse de su contemplación” –dice Santo Tomás; y el rebalse no significa las sobras, sino el cogüelmo, la plenitud; de modo que toda enseñanza de acuerdo con la teoría del placer, debe ser gozosa.



Castellani, Leonardo (2000) San Agustín y nosotros. Mendoza: Jauja. Pp. 239 y 240.

martes, 18 de octubre de 2016

El problema de la evaluación

Aprender 2016: el sentido de fomentar una cultura de la evaluación educativa en Argentina
Por Agustina Blanco
La autora es la directora de Educar 2050

La nueva prueba APRENDER, de carácter obligatorio, es elaborada por la Secretaría de Evaluación Educativa del Ministerio Nacional de Educación, y acordada con los 24 ministros que forman el Consejo Federal de Educación. La misma se aplica este año a 1.400.000 alumnos argentinos, abarcando todos los estudiantes de los grados 6º de primaria y 5º o 6º de secundaria, y a una muestra de estudiantes de 3º de primaria y 2º o 3º de secundaria. Todos ellos demostrarán sus conocimientos y habilidades en Lengua y Matemáticas, con excepción del 5º o 6º secundario que se medirán además en Ciencias Sociales y Naturales. La publicación de los datos, esperada para principio de 2017, respetará la confidencialidad que establece la Ley de Educación Nacional que indica que no pueden publicarse resultados por escuela ni los nombres de los alumnos, pero si, se publicarán por provincia y municipio, siendo esta una novedad muy auspiciosa respecto de años anteriores.
La prueba internacional PISA, elaborada y administrada por la OCDE cada 3 años desde el año 2000 a estudiantes de 15 años, evalúa habilidades de comprensión lectora, matemática, y ciencias. Se llevó a cabo por última vez en el año 2015, cuyos datos se publicarán este diciembre. En esta última edición participaron 75 países del mundo, siendo los siguientes de América Latina: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Perú, República Dominicana y Uruguay.
El continuo debate en torno a las evaluaciones estandarizadas ocurre en la mayoría de los países. Se cuestiona el riesgo que se genera de que los sistemas terminen centrando la enseñanza en función de estas pruebas y no en aprendizaje en sentido amplio. Así mismo, se cuestiona la comparabilidad de los resultados debido a la diferencia de contextos socio-económicos de los alumnos. El primer cuestionamiento resulta muy pertinente en aquellos sistemas con tendencia a la sobre-evaluación, pero en el caso de Argentina aplicando solo la prueba APRENDER anualmente y PISA trianualmente, ese riesgo se atenúa profundamente. El segundo cuestionamiento está siendo tenido en cuenta por quienes diseñan ambas pruebas, ponderando ciertos factores de contexto social.
Hoy hay claras muestras en nuestro país de que una cierta proporción de docentes y padres, aún si no pareciera ser la mayoría, objetan con fuerza estas evaluaciones. Sumado a las preocupaciones previamente mencionadas, queda claro que este tipo de evaluaciones pueden generar incomodidad en aquellos municipios y provincias con resultados más débiles. Esto también hace que las objeciones cobren fuerza desde algunos sectores y lugares en particular.
Hay razones suficientes que nos deberían llevar a defender y promover estas instancias de evaluación. Ambas pruebas se diseñan con rigurosidad metodológica y criterios de comparabilidad de alta calidad. Aun así, me detengo para recalcar que es fundamental que la aplicación también se realice con seriedad y honestidad para asegurar la validez de los resultados.
Los diagnósticos son necesarios para diseñar mejores políticas educativas, y a la vez, para que lleguen a las mismas escuelas en tiempo y forma, sirviendo de instrumento en la planificación de la gestión y de los procesos de enseñanza. Además, las evaluaciones permiten obtener suficiente información para que además de los políticos, quienes tienen indudablemente la mayor cuota de responsabilidad respecto del sistema de educación, la sociedad civil pueda asumir el rol de exigir, colaborar, e involucrarse en su mejora. Por último, dando una importancia especial a estas evaluaciones, se genera una mentalidad en la sociedad que indica que la educación importa.
Por todas estas razones, sintamos orgullo si nuestro país toma con seriedad la participación en las pruebas APRENDER y PISA. Apoyemos a los alumnos el día que vayan a rendir, y fomentemos que lo hagan con tranquilidad y responsabilidad. Más aún, celebrémoslo. No olvidemos que la educación la construimos entre todos.


Fuente: Extractado de http://www.infobae.com/opinion/2016/10/18/el-sentido-de-fomentar-una-cultura-de-la-evaluacion-educativa-en-argentina/

lunes, 17 de octubre de 2016

EL CURA BROCHERO, UN SANTO DE PELÍCULA


 Por P. Gustavo Domenech


Muchas veces hemos visto a esos héroes de guión de las películas de Holywood, arremetiendo contra el mal, hábiles en muchas cosas, arriesgando la vida, ayudando a los débiles. Pero sabemos que son actuaciones y nada más. Pero hoy la Iglesia proclama santo a un héroe real y bien nuestro: el cura Brochero, que bien podría ser llevada a la pantalla y superar a los pseudo-héroes modernos.
En estos días he leído un libro sobre su vida y me he quedado impresionado al ver la mirada amplia y la capacidad de trabajo que poseía. Así, recorriendo algunos de sus hechos más sobresalientes, el cura Brochero era capaz de conducir a la ciudad de Córdoba, como el general Aníbal, por las altas pampas de Achala, con sus peligros e incomodos a lomo de mula y caballo, tandas de cientos de hombres rudos y mujeres de casa, para que realizaran ejercicios espirituales; un predicador y catequista simple y profundo como los grandes; que descollaba en el género parabólico al estilo de Jesús: “Dios es como los piojos, está más cerca de los pobres”; gran evangelizador que convirtió a aquellos rudos y taimados habitantes en gente de una profunda delicadeza moral y espiritual; gran civilizador, que llegó a construir con escasa ayuda del gobierno pero con los brazos de la gente obras al estilo de un emperador romano, caminos, acueductos, canales de riego, caminos, vías ferroviarias, que asombrarían a cualquier estadista; un alma abierta a todos, empezando por los pecadores y los más empedernidos, así, con su caridad paternal y su tenacidad apostólica, logró convertir en almas tan mansas como corderos a hombres peligrosos que hoy serían buscados por la Interpol, como el montonero Santos Guayama, el “gaucho seco” y el “sapito”. A varios de ellos y sus secuaces los hizo hacer ejercicios espirituales que dejaría sin palabras a todos estos teorizadores de la inserción y de la lucha contra la inseguridad.

Era consciente de que esos diablos se expulsan solo con el ayuno y la oración, por eso no escatimaba darse azotes en su espalda para unirse a la pasión del Señor, lo cual hoy movería al escándalo farisaico de algunos de nuestros periodistas que no tienen ni la menor idea de la ascesis cristiana.
Un día lo encontramos conversando con un rudo gaucho y convenciéndolo de los misterios más altos y a la semana siguiente, hablando con gente copetuda y fina como lo hacía con sus amigos, Juárez Celman y Figueroa Alcorta, presidentes de la Nación.
Un hombre extraordinario, polifacético, que no le “hacía asco a nada” como vulgarmente decimos de aquel que, si la caridad lo exige, es capaz de arremangarse la sotana para cavar una zanja, levantar una pared, cuidar los caballos, arrear animales y cortar leña para dar de comer a los ejercitantes y hacer largas leguas para confesar a un penitente.
Su pobreza evangélica y su amor a los pobres era conocido a nivel nacional, como la de dar a los pobres todo el dinero que tenía para el tranvía y hacer el recorrido a pie. Esta esta preferencia por los pobres y postergados lo llevó a contraer la lepra, ya que Brochero acostumbraba a visitar a un leproso abandonado que solo él visitaba y solía tomar unos mates con él.
Todo esto pudo hacerlo gracias a la profunda piedad y unión a Dios que había logrado por la oración y la Santa Misa. Si bien llevó una tan intensa vida activa dio siempre el primer lugar a la oración, como decía: “después de mis rezos, voy”.
Este es el tipo de hombres que nuestra patria necesita: no se detuvo para quejarse de los males, sino que a pesar de ello, y con todos los obstáculos que se le presentaban llevo adelante, por su santidad, una obra evangelizadora y civilizadora inigualable.

 

Fuente: Boletín Parroquial Nº 214, Parroquia San Maximiliano Kolbe.