martes, 19 de junio de 2018

Para pensar...



En este preciso momento, un recio combate tiene lugar entre el espíritu del Anticristo que trata de emerger y el poder político, en aquellos países que, proféticamente romanos, firme y vigorosamente lo reprimen. Y de hecho tenemos operando por doquier delante de nuestros ojos, como nuestros padres lo tuvieron delante de los suyos, un principio feroz y sin ley, un espíritu de rebelión contra Dios y contra el hombre, que los poderes de gobierno en cada país apenas pueden con el mayor esfuerzo sujetar. Sea que este fenómeno del cual somos testigos es ese espíritu del Anticristo (1 Jo 4, 3) que un día será desencadenado, ese espíritu ambicioso, padre de toda herejía, cisma, sedición, revolución y guerra –sea que lo sea o no-, al menos sabemos por las profecías que la presente organización de la sociedad y del gobierno, mientras sea representativa del poder romano, es aquello que lo retiene, y que el Anticristo es aquel que surgirá cuando este obstáculo desfallezca. […]Resultado de imagen para autoconvocadas
Quiero insistir en esto: en el presente estado de cosas, cuando el gran objetivo de la educación es aparentemente el desembarazarse de lo sobrenatural, cuando nos sentimos tentados a burlarnos y reírnos de la fe en lo que no vemos, cuando se nos enseña a dar cuenta de todo por medio de hechos conocidos y verificados, a examinar cada afirmación por medio de la piedra de toque de la experiencia, no puedo dejar de pensar que esta visión del Anticristo como un poder sobrenatural por venir, es un don providencial que contrapesa de las malignas tendencias de la época.
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Newman, John Henry  (2006) Cuatro sermones sobre el Anticristo. La idea patrística del Anticristo. Buenos Aires: Pórtico.

NB: El sermón del cual fue extraído este texto fue pronunciado por Newman en 1835.¡Debió parecer exagerado!

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