lunes, 28 de septiembre de 2015

Nos hablan los grandes maestros...

Canto I  del Paraíso de la Divina Comedia de Dante Alighieri


La gloria de quien mueve todo el mundo
el universo llena, y resplandece
en unas partes más y en otras menos.
[…]
(Habla Beatriz)
“Existe un orden entre todas
las cosas, y esto es causa de que sea
a Dios el universo semejante.
 Aquí las nobles almas ven la huella
del eterno saber, y éste es la meta
a la cual esa norma se dispone.
Al orden que te he dicho tiende toda
naturaleza, de diversos modos,
de su principio más o menos cerca;
y a puertos diferentes se dirigen
por el gran mar del ser, y a cada una
les fue dado un instinto que las guía.

Éste conduce al fuego hacia la luna;
y mueve los mortales corazones;
y ata en una de las partes de la tierra;
y no sólo a los seres que carecen
de razón lanza flechas este arco,
también a aquellas que quieren y piensan.

La Providencia, que ha dispuesto todo,
con su luz pone en calma siempre al cielo,
en el cual gira aquel que va más raudo;

ahora hacia allí, como a un sitio ordenado,
nos lleva la virtud de aquella cuerda
que en feliz blanco su disparo clava.

Cierto es que, cual la forma no se pliega
a menudo a la idea del artista,
pues la materia es sorda a responderle,
así de este camino se separa
a veces la criatura, porque puede
torcer, así impulsada, hacia otra parte;
y cual fuego que cae desde una nube,
así el primer impulso, que desvían
falsos placeres, la abate por tierra.

Más no debe admirarte, si bien juzgo,
tu subida, que un río que bajara
de la cumbre del monte a la llanura.
Asombroso sería en ti si, a salvo
de impedimento, abajo te sentaras,
como en el fuego el aquietarse en tierra”.

Volvió su rostro entonces hacia el cielo.​


Gentileza: Dra. G. H. de Lamas

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