sábado, 10 de octubre de 2015

De equívocos y otras yerbas...

Días atrás se realizó en San Rafael un congreso sobre educación, en el que se puso bajo sospecha el verdadero significado de un vocablo tan limpio como "alumno". No es extraño que se pretenda tergiversar el sentido de las palabras, sabemos que es parte de la acción ideológica cuyo camino es sencillo: se cambia el sentido de las palabras para cambiar las ideas y así avanzar en la imposición de un pensamiento revolucionario. 

Este abuso del lenguaje recuerda la falsa etimología de "aborigen" que los propulsores de la hispanofobia han propalado mentirosamente a los cuatro vientos. Ellos dicen que significa "sin origen". En realidad, está formada por "ab" y "origine", construcción en ablativo cuyo significado es "desde el origen" y se utiliza para designar a los  primitivos (en su real  sentido de "primeros") habitantes de un territorio. O sea, decir aborigen es idéntico a decir originario. Pero para la ideología indigenista es un modo más de provocar la discordia. 

Parece que para estos nuevos lingüistas todas las palabras que empiezan por "a" incluyen un prefijo privativo. Con ese criterio, "alado" significaría "sin lado"; "amortizar" podría  ser "sin morir" ; "asignación" significaría "sin firma, sin sello" (aunque no creo que esta les guste)  y otra serie de gansadas que la imaginación podría agregar a la lista.

Adjunto un link donde se aclara el significado de "alumno".

Prof. Liliana Pinciroli


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