Aparición a Magdalena
(Jn 20,
15-16)
Ya no llores, Magdalena,
y mira a tu alrededor,
porque está vivo tu Amor.
que con lágrimas regaste,
a contemplarlo se abren.
Los pájaros silenciosos
que escucharon tus sollozos,
cantando su gloria están.
Y los ángeles del Cielo
con su voz más pura y alta
le ofrecen toda alabanza.
Atiende a esa melodía
que se desata en tu alma
cuando te dice: “María”.
Oye también las campanas,
pues escuchando su voz,
repica tu corazón.
Mira y goza, Magdalena,
¡entra dichosa a la fiesta
que te preparó el Amor!
MGdeJ
(Escuchando el himno Pone luctum, Magdalena)
(Escuchando el himno Pone luctum, Magdalena)
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