Fiesta de la Transfiguración

Nosotros vimos su gloria  (Jn 1, 14)

 La Transfiguración (Mt 17, Lc 9, Mc 9) 

Dolió al Señor el rechazo

de Pedro por la pasión:

lo reprendió con vigor,

pero luego, compasivo,

quiso dar fuerza y consuelo

a los mismos que una noche

entre olivos lo verían

doblegado y suplicante,

sobre la tierra postrado

y trasudando su Sangre.

Como tantas otras veces,

condujo Jesús a un monte

–buscando la soledad,

silencio reparador,

intimidad de oración-

a Pedro, Santiago y Juan.

Sucedía que las gentes,

por escucharlo y pedirle,

por implorarle milagros,

noche y día le seguían

entre voces y tumulto,

sin dar tregua a su cansancio.

Se encaminaron los cuatro

saboreando su amistad,

y fue en la cima del monte,

ya puestos en oración,

que envuelto en luz deslumbrante,

cual Sol vivo, “luz de luz”,

en atmósfera de paz

y deliciosas dulzuras

aparecía el Señor.

Dos hombres más se le unían

en grave conversación:

eran Elías profeta y

Moisés legislador.

¿De qué hablarían los grandes,

sino de la Redención?

Para cerrar ese cuadro,

nube de luz descendió,

mientras la Voz de lo Alto

confirmaba al Salvador.

Al escribir su evangelio,

recordando aquel suceso

puesto a fuego en su memoria,

Juan dejó por testimonio:

“Nosotros vimos su gloria”.

MGdeJ