¿Cómo enseñar en la escuela los aspectos conceptuales del orden?
Desde el primer comienzo hasta el nivel superior es posible y necesario destacar el orden como concepto.
El orden es una cualidad de todo lo existente. Mientras algo es, contiene y manifiesta un orden. Y cuando algo se desintegra, pierde el orden, pero en ese proceso existe todavía algún orden.
Veamos las oportunidades de percibir y admirar el orden que nos ofrecen las diversas disciplinas.
Las Ciencias de la Naturaleza , Física, Química, Biología, nos permiten destacar la finalidad, pues todo tiene un fin.
Concretamente la Biología muestra con claridad cómo el fin atrae y ordena hacia sí los órganos y las funciones de los seres vivos. En el caso de la diferenciación sexual, sus órganos y fisiología, vemos que se orientan a la función reproductora, cuyo fin es la continuidad de la vida.
Los grados crecientes de perfección y sucesiva complejidad en procesos y funciones evidencian un orden entre las clases de seres. Tal orden constituye una jerarquía, porque la vida vegetativa subsume lo inorgánico y lo supera; la vida sensitiva subsume y supera la vegetativa y la vida humana contiene y trasciende los otros niveles.
Así como el mundo de las realidades físicas permite descubrir el orden que le es esencial e inmanente, los mundos creados por el hombre a través del pensamiento, el uso de símbolos, los comportamientos y las estructuras contienen un orden, cuya consistencia es proporcional al grado en que reflejen el orden real.
Los casos de la Literatura y de la Historia permiten el análisis, -entre otros muchos posibles,- de la conducta humana a la luz del deber ser del hombre ordenado y pleno, así como dan lugar a experiencias de empatía, comprensión y compasión, que son manifestaciones de armonía en el mundo afectivo.
En la medida que se haga notar, que se destaque el orden, que se comprenda, que sea admirado y contemplado, nuestros niños y jóvenes podrán percibir que el mundo que habitan es un cosmos.
Fuente:
Ianantuoni, Elena (2010) Pedagogía de la sexualidad. Buenos
Aires: Bonum. 2ª Ed. 2ª Parte. Cap. III. pp. 119-125.
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