
En el siglo XXI, muchos de esos jóvenes de entonces son ahora profesores con una gran capacidad de influir en las nuevas generaciones y con la única misión de destruir la civilización occidental desde dentro por considerarla negativa.
Entre esas ideas inducidas se encuentra la imposición de lo políticamente correcto y de la igualdad absoluta por encima del respeto a las diferencias entre las personas y las ideas que profesan, lo que nos ha llevado a un totalitarismo ideológico donde no se respeta al otro a no ser que coincida con los ‘mandamientos’ de la nueva religión secular: la igualdad.
Fuente: www.actuall.com, 2/7/2018
Fuente: www.actuall.com, 2/7/2018
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