Por P.
Carlos Miguel Buela
Estamos
en el vórtice del ciclón. En el centro del drama de la humanidad dolorida de
estos últimos tiempos. En estos últimos siglos se desarrolló una suerte de
pulseada planetaria, donde no se pide ni se da cuartel.
¿Cuál
es, a nuestro entender, la naturaleza de esta lucha? Es de orden intelectual,
espiritual, ideológico.
¿Cuáles
son los contendientes? En última instancia, sólo dos. Es la lucha de la
trascendencia contra la inmanencia. Del ser contra la nada. Del Éxtasis contra
el éntasis. De la visión cristiana que brota de la Encarnación del Verbo contra
el drama del humanismo ateo. De los
Santos Padres y Doctores de la Iglesia contra los modernos sofistas. De lo
católico contra lo gnóstico. Del ser pleno –esse-
de Santo Tomás de Aquino contra el ser vacío –Leeres Sein- de Hegel.
¿Es
desde hace mucho tiempo que se desenvuelve esta batalla? Esta batalla comienza
hace mucho tiempo con la lucha en el cielo entre el “Non serviam” del Enemigo y el “¿Quis
ut Deus?” de San Miguel. Esta guerra en sus principios es cosa pasada, en
los efectos es algo absolutamente actual. Con todo, propiamente, toma
envergadura y debacle planetarios con la fractura del protestantismo, luego del
filosofismo liberal, por último el humanismo y marxismo ateos.
¿Dónde
se efectúa esta batalla? En la mente y en el corazón de cada hombre y mujer. Lo
sepa o no. Lo quiera o no.
Fuente: Extractado de El
ojo de tormenta, Presentación. En Fontana, P. Elvio (1995) In Memoriam. R. P. Cornelio Fabro. San Rafael, Mendoza: Ed. Del Verbo
Encarnado. P. 5.
No hay comentarios:
Publicar un comentario